Fue una prueba accidentada en el inicio, con el tremendo accidente de Kimi Räikkönen. Perdió el control, salió de pista y regresó en medio del paquete, cruzando al otro lado. Sólo la pericia de Kobayashi y Felipe Massa evitaron una desgracia. Kimi acabó contra una valla y con algunos dolores en un tobillo, la rodilla y las caderas, pero sin lesiones graves.
De inmediato se decretó la bandera roja para limpiar la pista y cambiar el guardarraíl de acero, operación que se prolongó unos 50 minutos. Sobre las 15.00 (hora española) empezó a circular la imagen cenital de la salida, en la que Fernando Alonso no estaba colocado correctamente en su posición. Los equipos la conocieron a través de Twitter y se la hicieron llegar a los comisarios. Finalmente, Alonso debió cumplir una penalización de 5 segundos, casi dos horas después de la infracción, en lo que es la primera sanción de la historia a través de las redes sociales.
Llegó la resalida y Hamilton ya era tercero, tras deshacerse de Vettel y Magnussen en la primera arrancada. En sólo cuatro vueltas ya estaba a la zaga de Rosberg, al que fue limando con ahínco unos cinco segundos de ventaja. Desde allí empezó una batalla de estrategias cruzadas que finalizó de pronto con la avería del Mercedes de Nico. El alemán era líder, con muchas opciones de victoria, pero le faltó la suerte de otros días.
Hamilton se encaminó a una victoria que no lograba desde el mes de mayo en Barcelona. Por detrás, Bottas se marcaba un carrerón que le llevó desde el 14 de salida, hasta el segundo final. Adelantó a cuantos se le pusieron por delante, dejando claro que Mercedes y Williams ya son inalcanzables para el resto.
En la otra liga, la del medio del pelotón, Fernando también remontó desde el decimosexto hasta el quinto. Pasó en pista a los dos Sauber, Bianchi, Ricciardo, Hulkenberg y Magnussen. Con Button, al filo de mitad de carrera, ya no pudo, ambos con las ruedas muy tocadas.
Tras la única parada de la carrera para el asturiano, Alonso se encontró con Vettel a la salida de su segunda detención (vuelta 35), Alonso pasó al alemán, que intentó un par de vueltas después devolverle la jugada. La batalla, intensa y respetuosa en el cuerpo a cuerpo, dejó dudas sobre los límites alcanzados por ambos coches. Se cruzaron por radio acusaciones de no respetar los límites de la pista (poner las cuatro ruedas fuera) para tomar impulso para la siguiente recta.
Alonso era un segundo más lento, debido a un programa de ahorro de combustible que le impedía exprimir el F14-T, a costa de llegar al final. Vettel lo aprovechó en la vuelta 47, donde acabó pasando tras un cuerpo a cuerpo en el que los coches estuvieron a cinco centímetros de distancia. Tras el adelantamiento, Fernando acusó a Vettel de hacerlo con el DRS abierto en una zona ilegal. Fue el final de una carrera mágica en ese duelo y aburrida en la cabeza, como casi siempre.
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